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Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

miércoles, junio 13, 2012

Trabajar bajo presión: Una guía para lidiar con el estrés del management


CommLab India, líder en soluciones de capacitación online a empresas, aborda esta vez el estrés asociado a trabajar sobre fechas límites y cómo mejor lidiar con este.

De tener en cuenta que el trabajo bajo presión implica trabajar en circunstancias dónde el tiempo y los recursos pueden ser limitados para la complejidad de la tarea, es estrés puede manifestarse en una combinación de formas que incluyen reacciones, conductas, intensidades de las respuestas y demás.

Lo primero, es aprender cómo administrar la carga laboral. Algunas habilidades pueden ayudarle a demostrar un mejor rendimiento.

1. Analizar la tarea. De esta forma usted será capaz de separar lo importante de lo que no lo es, y también se definirán las prioridades. Del análisis quedará claro también dónde hay que enfocarse, y cuáles son los elementos necesarios para llevar adelante un proyecto. Para conducir un análisis acertado, es necesario tener en cuenta: 
  • La identificación de los objetivos claves y revisar el contenido del trabajo.
  • Asegurarse de la disponibilidad de los recursos necesarios para la tarea asignada.
  • Confirmar con los superiores que encargaron el proyecto que se identificaron bien los objetivos y que los recursos necesarios están disponibles.

2. Manejar el tiempo. Esta habilidad juega un rol crucial para combatir el estrés y lidiar con una carga de trabajo pesada. Con una planificación adecuada del tiempo, el estrés disminuye y se cumplen las fechas de entrega sin apuros. Además, se aseguran buenos resultados porque se deja lugar para reaccionar ante imprevistos o eventualidades. Y lo que no es menos, permite al equipo que pueda disfrutar de un tiempo libre fuera de trabajo, sin seguir pensando en el trabajo.
3. Diagnosticar qué tareas consumen mayor tiempo improductivamente. Por ejemplo, quizás llevar un registro físico de algún elemento puede resultar inútil para el resultado y redundante si ya se mantienen registros digitales. Y se consumen recursos y tiempo innecesariamente.

4. Lista de actividades. Cada miembro del equipo debe estar al tanto de su propia lista de actividades, deben conocer cuáles son los objetivos a corto y largo plazo. Pero en cualquier lista, las prioridades deben estar claramente identificadas.

5. Agenda efectiva. Es muy útil sobre todo para quienes encuentran más dificultades en producir bajo presión. En estos casos, llevar una agenda precisa con tiempos específicos, evitará que las tareas se acumulen o se posterguen para los últimos momentos. En proyectos largos, también puede ser útil porque puede existir la tentación a acomodarse y perder de vista los plazos.

6. Distribuir el trabajo. No es negativo ayudar a alguien en su tarea, o dejar que alguien haga por un colega parte del trabajo si es que puede completarlo con efectividad y mayor agilidad. De hecho, en esto consiste delegar. Pero siempre es necesario que el trabajo esté separado en pequeñas porciones asignadas a los miembros del equipo. De esta forma, cada empleado cumple una función que se corresponde con sus habilidades, por las cuales forma parte del equipo. Claro, siempre es bueno dejar el campo abierto a la colaboración entre los miembros, para que aprendan o entrenen otras habilidades. 

Si desea consultar la versión original del artículo, puede acceder aquí.

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