Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

domingo, diciembre 16, 2012

Entre el auge del Mito y la necesidad de Conocimiento

El mito proporciona una representación general de la realidad, capaz de dar respuesta a las inquietudes fundamentales del individuo sobre el origen del mundo, de la vida y de satisfacer la necesidad que la conciencia tiene de orientarse. El conocimiento es, arbitrariamente, un poder de selección y exclusión, organizado por sistemas de clasificación, selección y reproducción del orden social y cultural del conocimiento. El conocimiento como sistema de poder se articula, a través de la inclusión y la exclusión, en una moral discursiva. La relación entre mito y conocimiento integra una unidad que podría encontrar en mitología la particularidad de un antecedente común. La palabra mitología comprende, desde sus empleos más antiguos, la equivocidad que es propiedad del mito, del conjunto que se supone y del conocimiento que los informa. 

Al admitir que mito es sinónimo de fábula, de relato fantástico, de ficción alegórica en el que actúan las fuerzas de la naturaleza y del espíritu, que enuncia los avatares de la creación y el nacimiento de las culturas, se le reserva un sitio entre la razón y lo irracional, entre la verdad y la ficción, la voluntad y los deseos. Siempre ha existido el conocimiento. El mismo está inscrito en lo que se llama la arbitrariedad del conocimiento. Nada de lo que se haga por fuera de las unidades de saber o del conocimiento como sistema tendrá existencia válida. La verdad es la expresión, arbitraria, del método. En sus inicios, la educación formal era exclusiva para los mejores segmentos de la sociedad, la aristocracia, y la educación informal para los sectores no privilegiados. La clase dominante utilizaba todas las ventajas para mantener sus privilegios y evitar compartirlos con sus adversarios de clase. Se crea así el ejército y la figura del Estado omnipotente como instrumentos coercitivos y de control; se inventan las leyes y los impuestos, y se utilizan el temor a los dioses y la educación como medios de dominación a la juventud y al resto de la sociedad. Desde los primeros sistemas de Educación en el mundo Occidental, en la Edad Media, en la era del Renacentismo, hasta la aparición del Capitalismo y sus sistemas de Educación, el surgimiento de los Sistemas Nacionales de Educación en el Siglo XIX, la Educación centrada en la Infancia en el Siglo XX, hasta la diversidad que caracteriza el contexto educativo actual, en el paso del mito al conocimiento, el papel histórico de la educación formal se convierte en la piedra angular que sostiene el desarrollo de los pueblos; es la bujía del motor que impulsa el progreso de la raza humana. Educarnos es apropiarnos de los conocimientos, conductas, costumbres, etc., que ha ido acumulando la cultura de nuestros ancestros, para convertirnos en transformadores de nuestra realidad y aportar al futuro.

Estamos en un contexto mundial global donde constantemente nos advierten sobre los límites de los recursos no renovables, sobre capacidad física de la tierra, la interdependencia económica y ecológica, la necesidad de aminorar el ritmo de crecimiento económico de los países desarrollados y de fomentar el de los países menos desarrollados para que exista un mayor equilibrio, la necesidad de contener la explosión demográfica, de controlar  y reducir la contaminación del medio ambiente y tener en cuenta y repensar en lo posible las consecuencias no deseadas de un desarrollo acelerado y sobre todo la dirección del cambio social en el sentido de que concordase o se realizase de acuerdo con las metas y los valores del conjunto de la humanidad. Gracias a los potentes medios de comunicación e influencia de los que disponemos hoy en día, cualquier idea, no sólo puede ser difundida sino ser impuesta de la manera más sutil e imperceptible. En este contexto también nuestras sociedades están basadas en la tradición, es decir, basada en la experiencia con referencia al pasado. Se heredan tanto los bienes como los conocimientos. El pensamiento mítico resurge y acompaña al pensamiento lógico y científico. La realidad que se explica en términos sobrenaturales (castigo de Dios) o el auge de la espiritualidad con el surgimiento de líderes espirituales florece en nuestros tiempos como producto del vacío individual que asola en nuestros tiempos, favoreciendo el retorno o la reproducción del pensamiento mítico, como una “representación idealizada de la realidad”, una descripción de la misma, en un intento de dar forma y conocimiento al mundo que nos rodea, un vehículo no consciente de significaciones ligadas a la naturaleza interna del universo y de la vida humana. 
Gustavo Sarnari. Director Asociado de Grupo CoSMO y E&N. Especialista en Desarrollo y Educación Organizacional para su aplicación a las estrategias de negocios. Formado en la Universidad Nacional de Quilmes, el IS San Pablo de Villa Constitución y el IS San Nicolás de Bari de San Nicolás.

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