Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

martes, abril 09, 2013

Nelson Mandela. Lo que debe tener un líder


La  condición de liderazgo es indisociable al mundo empresarial. Una cualidad para muchos innata, para otros aprendida, que bajo nuestro punto de vista sólo tendrá garantía de éxito desde el carisma, la humildad y la cooperación.

Una condición que más allá de explicaciones, teorías y reglas, podemos describir en base a la figura de Nelson Mandela. Sí, es cierto que estamos ante un caso de líder político, pero las claves de su éxito son el ejemplo perfecto para marcar las pautas a seguir si se quiere ser un buen líder, ya sea para dirigir la propia empresa o como parte de ella.

De entre todas las características como líder a destacar en Nelson Mandela, la permanente sonrisa, la capacidad de empatía y su habilidad para superponer los intereses comunes al beneficio propio, pueden resumir el todo.

Hoy, un líder que procure el éxito en los resultados sin abandonar la efectividad, la buena imagen o la productividad, no debe basar su actitud en la superioridad, el miedo o el autoritarismo. Con eso quizás consigas que los empleados rindan más, pero lo que seguro obtendrás son empleados descontentos contigo y con tu empresa.

El líder cooperativo es astuto y escucha siempre las opiniones del resto aunque puedan parecerte inadecuadas. Cuando Nelson Mandela llegó a la presidencia no cambió el equipo de gobierno, mantuvo a los ya existentes. Los mismos contra los que luchó como activista y acabó pasando 27 años en prisión, los mismos que alimentaban la segregación racial sudafricana durante el apartheid. Pese a todo basó su liderazgo en ganarse el respeto del adversario. Es cierto que la competencia es tu contrincante pero no bases tus acciones en el conflicto.

Y no nos olvidemos del carisma, cualidad innegable en Nelson Mandela, que debe reflejar la confianza en sí mismo y en su equipo de trabajo como estrategia para dirigir el rumbo de la empresa.  Para ganar esa confianza no sólo ordenes, escucha al equipo, refuerza los valores positivos de tus empleados y enséñales a sacar lo mejor  dando a cada cual el protagonismo y reconocimiento que merece en cada momento. El líder tiene que saber “hacer piña” con el equipo, transmitir y exteriorizar el concepto de que en la empresa todos son uno, más allá de las jerarquías, porque unión es sinónimo de éxito.

Ese carisma no debe ser mal entendido como protagonismo. En su niñez, Mandela trabajó como pastor, y siempre ha reconocido haber aprendido el liderazgo desde ahí, dirigiendo al ganado desde atrás.

El líder es la referencia. Pero independientemente del entorno y  del contexto de su equipo empresarial, tiene que aplicar lo que podemos definir como las tres “C”: claridad, coherencia y consistencia para el equipo.

En conclusión, para nosotros el líder dirige pero no impone.

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