Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

domingo, julio 14, 2013

EL mito del carisma II

En la entrada anterior sobre los mitos del carisma I, recogidos por Olivia Fox en su libro "El mito del carisma", hemos visto el papel importante que juegan tanto el malestar físico como el mental para dañar el potencial de desarrollo del carisma personal.

Fox sugiere los siguientes pasos para superar estos obstáculos:

PASO Nº  1: ELIMINAR EL ESTIGMA DEL MALESTAR INTERNO.
  
Supone reducir su poder al comprender que sentir malestar y negatividad interna es algo normal, común y que no debe causarnos ansiedad o avergonzarnos. Para ello podemos:

a).- Recordar que las emociones incómodas son normales, naturales y podemos considerarlas como un legado de nuestro instinto de supervivencia. Todos las experimentamos de vez en cuando.

b).- Desdramatizar y pensar que se trata de una parte común de la experiencia humana que sucede cada día.

c).- Pensar en otras personas que hayan pasado por la experiencia que estamos pasando, especialmente si es alguien a quien admiramos y ver cómo han reaccionado o imaginar cómo lo han hecho.

d).- Recordar que no estamos solos en nuestra experiencia y que muchas personas están pasando por lo mismo que nosotros en ese momento, considerándolo como una carga compartida por muchos.  En lugar de pensar que sólo nosotros tenemos que lidiar con ella, se puede ver como la depresión, vergüenza o tristeza que siente una multitud justo en ese momento y que son sensaciones que pueden ser  normales.  

PASO Nº 2: NEUTRALIZAR LA NEGATIVIDAD.

Una  vez eliminado el estigma de la experiencia, el siguiente paso para enfrentarse a la negatividad interna consiste en neutralizar los pensamientos negativos y la mejor manera de hacerlo es comprender que estos pensamientos no son necesariamente exactos. La visión que nuestra mente tiene de la realidad puede estar absolutamente distorsionada.  Esta distorsión con frecuencia tiene un sesgo hacia lo negativo porque los elementos que nuestro cerebro, concentrado en el peligro, considera importantes suelen ser los más negativos. 

El científico cognitivo Steven Hayes aconseja que los pensamientos negativos se vean como si vemos pintadas en una pared. Si vamos por la calle y las vemos podemos pensar que son unas imágenes feas, pero el hecho de que veamos unas imágenes feas no significa que nosotros seamos unas personas feas. Por tanto, si de repente aparece en nuestra mente una idea desagradable debemos verla como si fuera una pintada en la pared, no un veredicto sobre la clase de personas que somos. 

Fox propone las siguientes técnicas:

1.- No dar por sentado que nuestras ideas son exactas, pueden no ser válidas. Considerar que podemos estar pasando por alto una gran cantidad de elementos, muchos de los cuales podrían ser positivos.

2.- Ver nuestros pensamientos como si fueran pintadas en la pared o pequeños impulsos eléctricos que chisporrotean en nuestro cerebro.

3.- Poner una etiqueta a nuestra experiencia negativa: autocrítica, rabia, ansiedad, etc. Sólo nombrar lo que pensamos y sentimos  puede ayudar a neutralizarlo.

4.- Despersonalizar la experiencia. En lugar de decir: "Estoy avergonzado", podemos decir "Aquí hay un sentimiento de vergüenza".

5.- Imaginar que nos vemos desde lejos y vemos a un pequeño yo que está teniendo una experiencia particular en ese momento particular.

6.- Considerar el peor resultado posible para nuestra situación y pensar que en la gran mayoría de los casos, sea cual sea,  vamos   a sobrevivir.

7.- Imaginar que nuestra charla mental procede de una radio e intentar bajar su volumen o apartarla a un lado y dejar que siga parloteando.

8.- Pensar en todas las veces anteriores en las que también hemos pensado que no podíamos superar una situación y cómo lo hemos superado.

PASO Nº 3: REESCRIBIR LA REALIDAD. 
  
Cuando alguien es inducido a un estado emocional  negativo y luego le piden que reprima las emociones de esta índole, su experiencia negativa interna suele permanecer inalterada, manteniendo una respuesta de estrés elevada en su cerebro y en su sistema cardiovascular. Decidir cambiar de opinión sobre lo que ha sucedido (reevaluación cognitiva) reduce eficazmente los niveles de estrés del cerebro. Investigaciones realizadas en la Universidad de Stanford utilizando aparatos de resonancia magnética han mostrado que decidir cambiar lo que creemos es una decisión mucho más eficaz y sana que tratar de reprimir las emociones.

En la mayoría de los casos no conocemos con seguridad qué motiva los actos de alguien, así que lo mejor es elegir la explicación que sea más útil para nosotros y nos lleve al estado mental específico que necesitamos para el carisma. Decidir volver a escribir nuestra percepción de la realidad es, realmente, lo racional e inteligente. Puede ayudarnos a recuperar el estado mental acertado para producir un estado mental carismático y, además, puede mejorar nuestra actuación.

Cuando surja una situación difícil que puede afectar nuestros niveles de carisma, en lugar de tratar de reprimirla o de no hacer caso a las dificultades internas, podemos considerar unas cuantas versiones alternativas de la realidad y así conjurar unos cuantos escenarios alternativos diferentes que nos pueden inducir a entrar en un estado mental más útil, aceptando que la realidad alternativa más útil que descubramos no tiene necesariamente que ser la más agradable. 

Las preguntas clave son: ¿Qué estado mental sería el más útil en esta situación?, ¿Qué versión de la realidad me ayudaría a alcanzarlo? En el caso del carisma se puede usar esta técnica siempre que una situación vaya a poner en peligro nuestro nivel de cordialidad o confianza. 

Para cosas menores, sólo imaginar una explicación alternativa suele ser suficiente para reducir la rabia o la impaciencia y generar compasión en su lugar. 

Fox propone los siguientes consejos para reescribir la realidad:

1.- Imaginar que debido al tráfico vamos a llegar tarde a una reunión y nuestro nivel de ansiedad es cada vez mayor. A continuación nos preguntamos si ese retraso es algo bueno y buscamos respuestas creativas sobre todas las consecuencias positivas que puede tener un hecho que en principio nos parece malo: salvar la vida ante un posible accidente, evitar esperar por retraso de la otra parte, la reunión es mejor para mí que no se celebre,…

2.- Escribir una nueva realidad en papel si la situación es más grave. La escritura accede a partes diferentes de nuestro cerebro y afecta a nuestras opiniones de maneras que otros modos de expresión no hacen. Se ha demostrado que el acto de poner cosas por escrito es muy importante tanto para cambiar el modo de pensar de alguien como para hacer que unas historias imaginadas parezcan más reales.

3.- En los casos en que necesitemos ser carismáticos hacia alguien que nos molesta podemos reescribir la realidad para intentar reducir e impedir que el resentimiento interfiera en nuestro carisma de la siguiente forma:

a).- Pensar en la persona que nos ha ofendido.

b).- Escribirle una carta diciéndole todo lo que desearíamos haberle dicho en alguna ocasión y no le hemos dicho.

c).- Cuando hayamos eliminado todo lo que teníamos en nuestra mente por haberlo escrito dejar la carta a un lado.

d).- Escribir en otra hoja, la respuesta de esa persona tal como desearíamos que fuese: reconocer y responsabilizarse de sus actos, pedir disculpas, etc. 

Puede que con esta técnica no consigamos un cambio interno inmediato, pero poco a poco podemos ver que esta nueva realidad se afianza y podemos poner el punto final que necesitábamos. 

Como síntesis de este apartado, la autora propone la siguiente lista de recomendaciones:

a).- Respirar hondo y sacudir el cuerpo para asegurarnos que ningún malestar físico se suma a nuestro tenso estado mental.

b).- Desdramatizar. Recordar que son sólo sensaciones físicas incómodas debidas a la forma en que está programado nuestro cerebro. Ampliar el enfoque para vernos como una persona pequeña sentada en una sala mientras ciertos productos químicos inundan nuestro sistema.

c).- Eliminar el estigma. Recordar que lo que experimentamos es normal y que todos pasamos por ello de vez en cuando. Imaginar a innumerables personas de todo el mundo sintiendo exactamente lo mismo.

d).- Neutralizar los pensamientos negativos pensando que no son necesariamente reales. 

e).- Considerar unas cuantas realidades alternativas. 

f).- Visualizar una transferencia de responsabilidad que nos ayudará a sentir que el peso de la responsabilidad por el resultado de la situación desaparece de nosotros.  

Olivia Fox plantea que si queremos alcanzar niveles elevados de carisma tenemos que aprender una nueva técnica, que es complicada ya que consiste en SENTIRSE CÓMODO CON LA INCOMODIDAD y que se llama "ahondar en las sensaciones". El proceso a seguir es el siguiente y necesitaremos a alguien de confianza que nos ayude y un lugar tranquilo:

1.- Programar 30 segundos en un cronómetro y luego mirar al compañero a los ojos. A partir de ese momento mantener el contacto visual.

2.- En cuanto percibamos alguna incomodidad  hay que observar su localización en el cuerpo y darle un nombre: ¿opresión, presión, cosquilleo,...?

3.- Ahondar en cada sensación tanto como podamos. Intentar sentir su textura. describirla de forma exhaustiva.

4.- Dejar que aumente la incomodidad. ¿Cómo se manifiesta físicamente? ¿Sentimos tensión en la mandíbula?, ¿En el estómago?,...

5.- Imaginar que somos un científico que investiga esta experiencia. Darle nombre a las sensaciones. Observarlas tan objetivamente como podamos. Verlas como puras sensaciones físicas, como el frio o el calor.

6.- Cuando sintamos el impulso de reír, hablar o aliviar la incomodidad del modo que sea tenemos que resistir, ya que es nuestra oportunidad para ahondar en las sensaciones, no para evitarlas.
Si hemos conseguido seguir estas pautas durante los 30 segundos debemos felicitarnos porque hace falta una voluntad de hierro para luchar contra el instinto.

La siguiente etapa consiste en repetir el ejercicio pero añadiendo:

a).- Recordar a lo largo de todo el ejercicio que estamos haciendo un trabajo valiente y avanzado y que nuestros esfuerzos van a obtener unos beneficios.

b).- Pensar que la incomodidad es momentánea y que pasará como han pasado todas las demás emociones que hemos sentido antes. Aunque parezca insoportable en ese momento desaparecerá.

Un par de horas después de hacer el ejercicio debemos comprobar nuestro nivel de malestar y normalmente habremos conseguido que la incomodidad parezca lejana. Podemos utilizar esta técnica para analizar nuestro malestar cuando aparezca y conseguir  que la incomodidad no nos afecte.

Otras recomendaciones que propone Fox para ampliar el ámbito en el que nos sentimos cómodos y construir comodidad con la incomodidad son los siguientes:

1.-Mantener el contacto visual más tiempo del que nos resulte cómodo.

2.- Experimentar con el espacio personal. Acercarnos a las personas más de lo que haríamos normalmente (por ejemplo en un ascensor) y observar lo fuerte que es el impulso para volver a la conducta estándar y procurar no ceder.

3.- Mantener abierta la puerta del ascensor para todos los que llegan y entrar el último. Colocarnos de espalda  a la puerta , mirando a los demás.

4.- Iniciar una conversación con un completo desconocido. 

Al centrarnos en las sensaciones físicas molestas que nos producen le vamos dando a nuestra mente algo concreto en que concentrarse, apartando la idea de que esa experiencia es insoportable.

Isabel Carrasco 

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