Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

domingo, agosto 17, 2014

Reflexiones para ponerte en forma

Para muchos, las vacaciones ya están en marcha. Enhorabuena, te las mereces. Ahora lo importante es que te olvides de tu jefe, de tu trabajo, de tu equipo y de toda tu rutina diaria que tanto nos va desgastando sin darnos cuenta. Seguro que ya tienes todo planeado o estás a punto de hacerlo. Si aún estás dando vueltas a la cabeza… permite que te haga algunas sugerencias por si te pueden ayudar… ¡Ahí van!

♦ Cómprate el móvil más barato del mercado, que no tenga “datos” y úsalo para recibir llamadas “muy necesarias” sólo de tu familia o tus amigos. Tu Smartphone  habitual déjalo en casa, en el lugar más recóndito posible. Al empezar las vacaciones envíale un WhatsApp a tu jefe, advirtiéndole que tu mujer y tus hijos te han pedido, que si de verdad te importa la familia, dejes el dichoso aparatito durante unos días. Seguro que notarás un alivio que será tu mejor medicina veraniega.
♦ Busca un lugar de descanso que se parezca lo menos posible a tu hábitat habitual. Deja atrás el supermercado, la parada del autobús, el colegio de los niños, el gimnasio, los vecinos… Todo aquello que te pueda distraer de tu merecido descanso. Pero ¡Ojo!, no pienses sólo en ti. Tu mujer/marido y tus hijos esperan de ti lo mejor. Las vacaciones son un momento ideal para recuperar el tiempo perdido. Los planes familiares suelen ser muy gratificantes. Convierte en realidad ese deseo tuyo cuando dices que la familia, para ti, es lo más importante.
♦ Resérvate un  rato cada día para ti, para pensar, simplemente pensar. El silencio también es muy bueno. Durante el curso has vivido momentos de gran tensión. Infinidad de reuniones, miles de correos, conflictos de todo tipo, decisiones difíciles… Es posible que hayas estado estresado, siempre al límite, haciendo muchas cosas en el último minuto… Todo aquéllo, que tú y yo, sabemos que genera una situación que nos pone al borde de la “crisis”. Ahora es el momento de la terapia. Dejar volar la imaginación. A veces el silencio es el mejor camino para encontrar lo que buscas. Pero, insisto, no dejes a tu familia… Sobran prisas y falta reflexión.
♦ Elige un par de libros que pienses que te pueden relajar, divertir… No caigas en la tentación de comprarte el último ensayo del “gurú” de turno. “El ejecutivo al minuto” o “¿Quién robo mi queso”? están muy bien en la librería de tu despacho, pero no en tu maleta. Tampoco es recomendable leer la prensa sensacionalista que nos presentan unos escenarios excesivamente “crispantes”. Olvida la política, solo trae quebraderos de cabeza. Busca únicamente lectura que de verdad te distraiga y te haga pasar un buen rato.
♦ Ejercicio físico. Es de lo más sano, y sobre todo te deja como nuevo. Muchas veces te has dicho que no tienes tiempo para el deporte, pero no es verdad. No te falta tiempo, lo que te falta es fuerza de voluntad  y además no priorizas bien. Ahora tienes una oportunidad de oro. Pon la tabla de “windsurf” en el portamaletas del coche, o las raquetas de tenis o simplemente las zapatillas para caminar. El senderismo te permite compaginar el deporte con tu familia, ya que lo podéis hacer todos juntos. Este deporte mejora las relaciones, cansa (este tipo de cansancio es fantástico) y abre el apetito.
♦ Comida. Daros algún que otro homenaje. Es una actividad magnífica para el encuentro con los amigos, familiares…, pero ¡Ojo al colesterol! Según el Doctor Valentín Fuster, el ideal es una dieta mediterránea, que no se sabe exactamente cómo protege, pero si se sabe que debe ser muy variada. ¡Ese aperitivo en el chiringuito de turno! sabe a gloria… Las copillas por la noche con la pandilla, una delicia… Si además eres un “chef”, ésta es tu ocasión de oro para deleitar a los tuyos con un buen menú y tu pasártelo como un enano. No olvides el mandil, las tenazas, las cacerolas…
♦ Se ha hablado hasta la saciedad de la “zona de confort” en sentido negativo. Por una vez en tu vida “No salgas de la Zona de Confort”, disfruta de ella. Sal de la “horma” en las que estás encorsetado y mira el mundo con otros ojos. Hay muchas cosas bellas a tu alrededor. Un amanecer, una puesta de sol, un bosque, un acantilado, una ola, unos pescadores preparando sus aparejos, una anciana sentada a la puerta de su casa… Muchas, muchas cosas… Las vacaciones son una fuente inagotable de sorpresas…
♦ Relación con tu pareja. Dicen que las vacaciones, al estar tanto tiempo juntos, no es la mejor época para solucionar los posibles problemas que pueda arrastrar la pareja. ¡Falso! Es una oportunidad fantástica. Descansados, sin agenda, sin prisas… Una vez superado el estrés, las cosas se ven de otra forma. Aprovecha la oportunidad para salir solos, de hacer alguna que otra cena romántica, de invitar a los amigos a compartir con vosotros. Los niños serán grandes cómplices. Situación única para hablar y hablar… Tengo algún amigo al que las vacaciones han sido su remedio al “desamor”.
 No te olvides de los que no van a poder tener vacaciones. Mucha gente se va a quedar en casa por circunstancias diversas, y tal vez la económica sea una de las más fuertes. Hay familias en situación de pobreza, sin un sueldo que entre en su casa. Todos sin trabajo y con una familia a cuestas… No podemos olvidarnos de esta gente. Te propongo una idea: dar el 5% del presupuesto de las vacaciones a alguna asociación, de las muchas que hay hoy, para ayudar a estas personas que no tienen la fortuna de disfrutar unas vacaciones como las que vamos a tener tú y yo. Te aseguro, que esta aportación te hará sentirte mucho mejor. Será la guinda…

No sé si estas reflexiones te habrán servido de algo, pero por encima de todo: “Te deseo que seas muy feliz y que hagas feliz a los que te rodean”.

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