Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

martes, junio 14, 2016

Muhammad Ali emprendedor: cinco lecciones de vida


Mohammed Ali

 “Vuela como una mariposa y pica como una abeja. Golpea mi amigo, golpea”. Es una de las citas que más se recuerdan de Muhammad Ali, la gran leyenda del boxeo que falleció el 3 de junio de 2016 a los 74 años de edad.

De Ali nos quedamos con el peso de su figura, del que probablemente sea uno de los deportistas más importantes de la historia de Estados Unidos. Y como no podía ser de otra forma, también con una buena cantidad de frases capaces de inspirar a otros. También a los emprendedores.  Citas que se cuelan aquí y allá en un buen número de entrevistas y que hablan de superación personal, de ser capaz de asumir riesgos, de confianza y aunque parezca mentira, también de humildad.

Tu tiempo es limitado, aprovéchalo al máximo

No parece una gran revelación. Más bien suena a cliché, a término manido repetido una y mil veces. Sin embargo en la entrevista que Ali concede a Playboy en 1975, lo expresa de una forma diferente.

“El hombre que mira al mundo con 50 años de la misma forma que lo hacía cuando tenía 20, ha desperdiciado 30 años de su vida.”

Ali era un firme convencido de la ética del trabajo y en cómo sólo podemos obtener resultados si nos esforzamos al máximo. En su libro “The sound of a butterfly” decía lo siguiente:

“Si hubiese sido un basurero, hubiese recogido más basura y más rápido que cualquier otro. Si hubiese sido un periodista que hubiera tenido la oportunidad de pasar el día con Muhhamad Ali, habría repasado todas las entrevistas anteriores a la mía y hubiese leído todos los artículos publicados hasta la fecha para ser capaz de tener una perspectiva diferente”.

Y sí, esa es la esencia. Como nuestro tiempo es limitado, no importa lo que estemos haciendo, tenemos que dar el máximo para sentirnos satisfechos de nuestro trabajo.

Ten confianza

Muhammad Ali exudaba confianza por cada poro de su piel. A veces de forma exagerada e incluso peligrosa. Algunas de las citas que recuerdan esa fe ciega en sus posibilidades son las siguientes:

“Soy joven; soy guapo, soy rápido. No puedo ser vencido”.
“Es difícil ser humilde cuando eres tan grande como yo”.
“Si sueñas en vencerme, será mejor que te despiertes y pidas disculpas”.
“Soy el más grande. Lo dije incluso antes de saber que lo era”.

Por supuesto muchas de estas frases eran intencionadas, pensadas para ganar titulares de prensa, “amedrentar” a sus rivales y por qué no, hacer crecer su leyenda. Mucho más interesante para el mundo de los emprendedores resulta esta declaración realizada en una entrevista para eBony.

“Aquel que no tiene el valor necesario para correr riesgos, no conseguirá nada en la vida”

En “Seis ragos que tienes que tener para inspirar más confianza” hablamos precisamente de eso, de ser genuino, humilde, de tener ser capaz de asumir riesgos.
No importa quién seas. Entrenar no es divertido.

Muhammad Ali es el primero en reconocer la falsedad del mito: no, entrenar no es divertido. Y sí, hay muchas otras cosas más interesantes que entrenar y prepararte para la competición.

Las personas que niegan esta máxima y que son incapaces de reconocer que a veces odian entrenar (o estudiar o cualquier otra cosa que requiere sacrificio y esfuerzo), mienten. El campeón de los pesos pesados lo decía de esta forma en 1978 en una entrevista para Newsweek.

Odio cada minuto. Pero siempre me digo a mí mismo: sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón.

La lección es clara. No sólo todo en lo que queremos ser brillantes requiere esfuerzo, sino que realmente tendremos que llegar a odiarlo hasta que podamos dar el máximo. La excelencia, en cualquier campo de nuestra vida, no es precisamente un camino de rosas.

A veces pierdes

No importa lo bueno que seas en tu campo. A veces simplemente pierdes. Incluso Muhammad Ali, capaz de firmar un record de 56 victorias y 5 derrotas, tuvo que aceptar el hecho de que algunos días, había alguien al otro lado del ring que había hecho las cosas mejor que él.

Precisamente por ello y en 1973, minutos antes del combate que le enfrentaría con George Foreman, se expresó de esta forma ante los medios de comunicación.

Nunca pensé que podía perder, pero ahora que ha pasado, lo único es hacerlo bien. Esa es mi obligación con todos los que creen en mí. Todos tenemos que aceptar derrotas en la vida.

Desde luego no fue su cita más elaborada. Pero tenía un mensaje que sigue siendo muy válido. La única forma de superar un fracaso es volver a intentarlo una y otra vez, hasta 
hacerlo bien.

La importancia de la amistad

li era un ferviente defensor de la idea de amistad. Siempre supo rodearse de un círculo muy estrecho de colaboradores que ante todo, eran sus más grandes amigos. En una entrevista con el periodista Harold Bell decía lo siguiente:

La amistad es un regalo sin precio que no puede ser comprado, ni vendido; su valor es mayor que una montaña de oro. Porque el oro es frío y sin vida, no puede ver, ni escuchar, cuando hay problemas no te va a animar, no puede confortarte o ofrecerte su mano. Así que cuando pidas a Dios un regalo, da las gracias si no envía diamantes, perlas o riquezas, sino el amor de los verdaderos amigos.

¿Quién lo hubiese dicho verdad? Ali podía ser tremendamente cursi si se lo proponía. Pero lo curioso es que a menudo se habla de la soledad del campeón, del líder que no necesita consejos, del visionario que está por encima o que ve las cosas de forma diferente. Y sin embargo todos tienen la misma necesidad: rodearse de las personas adecuadas.

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